Minimizar la Pérdida de Humedad del Suelo

Si tienes un jardín en casa, o mejor aún, un pequeño cultivo, sabrás el desafío que representa mantener las plantas verdes, saludables y bonitas durante la temporada de sequía. Así cuentes con una buena manguera y otros recursos, cuando la lluvia cesa por un largo tiempo y el intenso sol y calor nos acompaña, el crecimiento y mantenimiento de las áreas verdes se vuelve realmente difícil. Los esfuerzos para mantener la humedad en la tierra son grandes y en ocasiones, en vano, por lo que las plantas sufren demasiado el ambiente hostil.

Por suerte, aquí encontrarás algunas técnicas para minimizar notablemente la pérdida de la humedad cuando escasean las lluvias. Incluso, si no estás pasando por ese momento ahora mismo, este es el tiempo más oportuno para aplicar las técnicas para el buen mantenimiento del suelo de tu jardín antes de que sufra a causa de la sequía.

1. Cubrir el suelo con mantillo

Regla number one, la regla de oro para cualquier jardinero: alimentar y nutrir la tierra. Hay que darle amorcito y cariño para que más tarde nos recompense grandemente con una cosecha saludable, o con una apariencia fantástica y flores coloridas. No importa el tipo de suelo que tengas en casa, un suculento mantillo de materia orgánica descompuesta siempre será el primer paso para que retenga la humedad.

Durante la época de sequía, el aire seco es capaz de reducir dramáticamente la humedad por medio de la evaporación. El mantillo funciona como una barrera súper efectiva. De hecho, es tan eficaz que logra reducir entre el 50 y el 70 por ciento la evaporación. ¿Se te ocurre una herramienta con semejante repercusión sobre el suelo?

Cuando el calor aprieta y el suelo se torna caliente, poder absorber un poco de agua se vuelve todo un desafío y una ardua faena para las pobres raíces de las plantas, y solo empeora aún más con la pérdida de la humedad. El mantillo ayuda significativamente a aliviar este problema al proteger el suelo del inclemente sol y, en consecuencia, a reducir la temperatura del suelo.

2. Estimula el crecimiento de lombrices de tierra

Tal vez tu jardín no esté sufriendo actualmente de una sequía, pero estos pequeños animalitos desempeñan una tarea muy importante y beneficiosa para las plantas y la tierra. En el interior, las lombrices de tierra crean túneles para desplazarse, pero estos túneles permiten que el suelo se oxigene. Mejor aún, que cuando llegue la lluvia, el agua penetre profundamente en el suelo y alcance las raíces más lejanas. Pero eso no es todo, las lombrices propician el aumento de los niveles de nutrientes del suelo con potasio y fósforo. Las lombrices preparan el suelo para el momento en el que llegue la estación seca y la humedad se conserve por más tiempo en el interior de la tierra.

La pregunta es, ¿cómo hacer que aparezcan las tan ansiadas lombrices de tierra en mi jardín? Pues, tan sencillo como dándoles el alimento que consumen diariamente: material orgánico, como el mantillo, compost, restos de otras plantas, entre otros. Es la manera más simple de que estas amiguitas se multipliquen y hagan ese trabajo por nosotros.

3. Evitar el arado

¿Quién no se divierte preparando la tierra del jardín en la primavera? Apuesto a que muchos dirán que sí, a pesar de que es un trabajo durísimo. El propósito es mezclar un poco la tierra y eliminar la maleza en caso de que haya crecido. Es el primer paso para sembrar y tener plantas nuevas y frescas. Hasta ahora suena todo normal, pero a muchos le sonará contradictorio si digo que ese trabajo no es necesario todo el tiempo. La verdad es que el arado deja de ser beneficioso por completo durante el tiempo de sequía. De hecho, es lo peor que se puede hacer cuando no hay lluvias.

Ciertamente, el arado del suelo le proporciona una textura suave y floja a la tierra, si embargo, también tiene sus efectos adversos. Por ejemplo, provoca la degradación del suelo en el sentido de que vuelve la absorción del agua mucho más difícil, destruye los túneles cavados por las lombrices de tierra, y con ello, los conductos de agua hacia lo profundo del suelo. Finalmente, genera un revestimiento que obstaculiza la penetración del agua en la tierra y la conduce hacia afuera. En conclusión, arar en tiempos de sequía resulta una pésima idea, ya que, al aflojar la tierra, provoca que la evaporación del agua retenida sea más rápida.

4. Eliminar la maleza

Probablemente se trate de la técnica más conocida, habitual y obvia, pero no se puede dejar pasar. Si la humedad de la tierra quieres conservar, la maleza de tu jardín debes eliminar. La totalidad y por completo. Pero hay que fijar especial atención en aquellas que echan raíces profundas. Mientras más maleza dejes crecer, más rápido se agotará la humedad y las reservas de agua. No hay que darles oportunidad, y suele ser un trabajo bastante tedioso. Pero si quieres ver resultados y que tu siembra aguante toda la sequía, entonces no hay que dejar rastro de maleza.

5. Plantas protectoras

Por último, la técnica de la planta que cubre, que sirve de techo a nuestro suelo mientras que no hay crecimiento de ningún cultivo. Es una solución bastante efectiva para proteger el suelo cuando el agua escasea. Estas plantas juegan un papel muy similar al del mantillo, ya que logran bajar la temperatura del suelo y reducir notablemente la evaporación a causa del sol. A su vez, minimiza la erosión y promueve la formación de nutrientes en el suelo que eventualmente otra planta de nuestro interés absorberá.

Hay muchas plantas que puede hacer de techo, pero las más comunes son el trébol rojo, el raigrás y el trigo sarraceno. Cuando llegue el momento propicio para plantar el cultivo, entonces solo hay que remover las plantas con un cortacésped ligero y utilizar los restos como mantillo. Todo se usa y nada se desperdicia. No se te ocurra utilizar maquinaria pesada para cortar las plantas porque produce un daño mayor sobre el suelo.

Espero que con estos consejos puedas sacarle mayor provecho ahora a tu jardín y que tus plantas y flores sobrevivan las temporadas secas.

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