¿Para Qué se Usan los Sensores de Movimiento?

Los seres vivos tienen por instinto buscar constantemente la seguridad, pues es garantía de supervivencia y de permanencia. Por tantas malas experiencias, los humanos le hemos dado una importancia aún mayor a la seguridad, por eso, a lo largo de la historia de la humanidad, hemos ingeniado miles de herramientas, técnicas o condiciones que nos hagan sentir seguros y protegidos ante cualquier amenaza natural o humana.

Uno de los métodos más ingeniosos y eficientes es el sensor de movimiento, que en principio tenía precios muy elevados, pero con el auge de la popularidad en años recientes sus precios han bajado y también es mucho más inteligente. Tanto es así, que estos equipos ahora proveen funciones más allá de solo brindar seguridad a una casa. He preparado este artículo para que aprendáis un poco más sobre los sensores de movimiento y qué usos se les puede dar para mejorar la calidad de vida.

¿Qué son los sensores de movimiento?

Antes de ir más en profundidad en cuanto a su uso, es bueno conocer de manera general qué es este sistema y cómo funciona. En primer lugar, la gran mayoría de ellos trabajan con sensores infrarrojos. Dichos sensores se activan ante la radiación infrarroja generada o reflejada por algún cuerpo u objeto. El cuerpo de los seres humanos es caliente, como también lo es el de los animales. Si los niveles de energía infrarroja aumentan repentinamente en un espacio determinado, bien sea la sala, la cocina o una habitación, el sensor se activará. Los sensores infrarrojos son los más idóneos para instalarlos en los hogares, ya que funcionan día y noche. Las 24 horas.

Desde luego, no todo es perfecto y a pesar de sus numerosos usos, también poseen una que otra desventaja. Por ejemplo, el alcance es limitado, por lo tanto, si el plan es instalarlo en un área muy grande, será necesario comprar múltiples sensores para lograr abarcar el área por completo. Por otro lado, tampoco son capaces de detectar elementos que se desplacen muy lentamente.

Uso en casa

El detector de movimiento se ha mantenido como uno de los sistemas de seguridad más efectivos y todo apunta a que seguirá siendo así por mucho más tiempo. Los sensores pueden advertirnos cuando un intruso apenas se acerque a nuestro inmueble, y mucho más si llegara a entrar. Además de los acercamientos, otras actividades, como que se abra o cierre una ventana o una puerta también son percibidas e inmediatamente notificadas, bien sea como una alarma o silenciosamente. En los sistemas más novedosos puedes, inclusive, recibir las notificaciones en un dispositivo inteligente en caso de que no te encuentres en casa. La evolución de estos equipos ha sido tal, que ahora incorporan hasta cámaras de seguridad para que el usuario tenga a disposición audio y video en tiempo real las 24 horas.

¿Verdad que siempre hemos asociado los sensores de movimiento con la seguridad? Pero hay un par de usos adicionales que tal vez ni te imaginas y que ahora puedes empezar a sacarle partida. Por ejemplo, estos sensores pueden trabajar en sintonía con el sistema de iluminación y hacer que la luz se encienda cuando entres a una habitación o a cualquier otra área de la casa.

¿Qué te parece combinar la iluminación inteligente con estos sensores en lugares pequeños, como la lacena o el armario? De esta manera, cuando alguien entre o lo abra haya luz. También pudiera usarse como un tipo señal cuando alguien llegue a casa en la noche y las luces parpadeen.

A veces le concedemos permiso a los hijos para que salgan, pero les exigimos que estén de vuelta a una hora específica. Un buen truco para enterarnos cuando lleguen a casa es que la luz de nuestra habitación se encienda cuando arribe. Creo que ya no podrá pasarse de listo.

Usos menos ordinarios

Si pensasteis que el truco de la luz era lo único que se podía hacer, pues os equivocáis. La verdad es que hay variedad de ideas y situaciones que pueden detonar las alarmas, en especial cuando no estáis en casa. Otras acciones que pudieran desencadenar las alarmas son, abrir la puerta del garaje cuando lleguéis en el coche, el encendido del sistema de calefacción u otros dispositivos, etc:

• Zonas ‘públicas’: En conjunto con cámaras de seguridad, los sensores son fantásticos para hacerle seguimiento a lo que sea que ocurra en zonas abiertas o públicas de la casa. En ocasiones, alguien no cierra correctamente la puerta del refrigerador, dejan el grifo o un “anónimo” se come las galletas en la cocina. Pues, ya no habría forma de fingir para burlar el sistema.
• Animales: Es habitual que durante la temporada fría algunos pequeños intrusos, especialmente roedores, busquen desesperadamente un lugar más caliente para habitar durante el invierno. Por desgracia, son nuestros hogares el lugar ideal para ellos, en especial los sótanos y áticos. Lamentablemente, no es conveniente darle hospedaje a estas criaturas y la misión es evitar que se instalen. El uso del detector de movimiento viene a ser muy efectivo en este caso para encontrar a estos pequeños animales y echarlos fuera.
• Áreas restringidas: Si hay un bebé en casa, entonces aparecen automáticamente áreas restringidas. Pero los bebés, cuando están a una edad determinada, son exageradamente curiosos y en cualquier momento que nos distraigamos pudieran tener acceso a lugares u objetos peligrosos, por ejemplo, el sótano, la oficina, gavetas con medicamentos, espacios con máquinas, entre otros. Para estar tranquilos, es posible utilizar los sensores para recibir una advertencia en caso de que alguien supere estos límites.
• Sorpresas: Este sistema es tan versátil, que puede utilizarse hasta para dar una sorpresa en una celebración. Para darle la bienvenida o la enhorabuena a alguien, puede configurarse para que suenen los altavoces en el momento de su llegada. Funciona muy bien en fiestas y reuniones.

Por eso y mucho más se ha propagado en años recientes esta tecnología. Solo basta un poco de ingenio y creatividad para explotar las numerosas posibilidades que nos ofrece el sensor de movimiento.